El proyecto para esta Terminal Privada plantea una geometría clara y rotunda definida por un único volumen (120 x 47metros) en el que la materialidad metálica exterior, a modo de manto continuo, cubre el edificio y unifica sus diversas funciones y estructuras. Esta piel, que en algunas zonas se microperfora para permitir la entrada de luz al interior, le confiere al proyecto un aspecto industrial unitario y, a la misma vez, dinámico y variable que cambia según la luz y la hora.
En lo que respecta al programa, queda dividido en dos zonas:
- La zona de uso administrativo, que alberga las oficinas, se distribuye en dos plantas entre las que se generan dobles alturas y visuales concatenadas.
- Por otro lado, la zona de uso industrial y almacenes.
El diseño de la estructura ha sido uno de los grandes retos del proyecto y el elemento que más ha condicionado el aspecto final del edificio. La estructura se resuelve mediante pórticos rígidos metálicos a dos aguas con cerchas de canto variable. De la misma manera, se plantean dos apoyos que darán soporte a una cercha metálica de gran canto que posibilitará la apertura libre frontal de 100 m para adaptarse a los requerimientos y exigencias funcionales del espacio.
En cuanto a la materialidad, en la zona de uso industrial se ha optado por acabados metálicos y estructura vista consiguiendo así un aspecto más acorde con su uso. En la zona de uso administrativo se ha optado por una materialidad más cálida mediante el uso de madera, así como falsos techos abiertos y moquetas que permiten satisfacer las necesidades acústicas y funcionales de estos espacios.
El resultado es una arquitectura de un carácter compacto que responde a los complejos requerimientos técnicos y programáticos de un proyecto de estas características.