Cómo
Nos preocupaba que los espacios tuviesen buena iluminación, que fuese homogénea y sin deslumbramientos. Por ello, en el primer volumen, diseñamos grandes lucernarios sobre la pista principal. En el segundo, dado su mayor dimensión, perseguimos el mismo efecto mediante entradas puntuales de luz cenital y una envolvente de policarbonato.
Además, en la espina central creamos 6 patios que dotan de luz natural y buena ventilación a los espacios contenidos en ella.
Para nosotros era fundamental que el recorrido dentro del edificio fuese claro para que los usuarios fluyesen sin problemas. Lo dividimos en dos: el de los jóvenes jugadores y el de los familiares. La planta baja está pensada para los primeros y, la superior, para los segundos. La ascensión a este nivel superior se produce a través de una rampa de dos tramos del color insignia del equipo. Con esta división ayudamos a que los niños se concentren en el juego y los familiares disfruten de él.
