Aulario y Centro de Procesos de Datos de Mercadona (CPD)
Un edificio con carácter que se aleja de la idea de que la arquitectura industrial es anodina.
Cliente
Mercadona, empresa líder en el sector de la distribución de alimentos en el ámbito nacional. Tiene en la actualidad más de 1.500 tiendas, suministradas por 9 centros logísticos propios. Cuenta con una plantilla de 75.000 trabajadores, que desarrollan su carrera profesional en la empresa.
Desafío
El modelo de gestión en el que está basada Mercadona, la calidad total, provoca que los trabajadores de la empresa, estén en constante aprendizaje, de ahí la necesidad de construir un edificio dedicado a dicha formación específica. Además, hacía falta disponer de un nuevo Centro de Protección de Datos (CPD), y de las oficinas informáticas vinculadas a su funcionamiento.
Se nos plantea por tanto, un programa que daba respuesta a dos necesidades: la de aulas de formación, y oficinas informáticas.
ESTRATEGIA
Queríamos hacer un edificio con carácter. Un edificio que se alejara de la idea de que la arquitectura industrial es anodina. Nos preocupaba el tema de la materialidad. Queríamos que transmitiese los valores de la empresa, y que se adaptara a su espíritu, a su razón de ser.
Le quisimos dar protagonismo al uso, que cada pieza reflejase su función. Quisimos que desde el exterior se evidenciase lo que sucedía en el interior.
SOLUCIÓN
Tuvimos claro que las aulas de formación, identidad de la compañía por su modelo de calidad total, debían ser las generadoras de todo el espacio. Estas debían y organizar toda la estructura, reconocerse desde el exterior del edificio.
Optamos por construirlas con la solidez del hormigón. Pero quisimos personalizar este material y creamos un molde especial, un encofrado a base de carros de compra, la seña de identidad, que sutilmente, dejaría huella en el exterior y en el interior del edificio.